DESCRIBIR CANTABRIA - USOS Y COSTUMBRES
• Asón-Agüera
• Besaya
• Campoo-Los Valles
• Costa Occidental
• Costa Oriental
• Liébana
• Saja-Nansa
• Santander
• Trasmiera
• Valles Pasiegos
En total, está formada por 102 municipios.
(En este artículo se incluyen interesantes vídeos descriptivos de los Usos, Costumbres y Geografía de Cantabria. "Cantabria desde el Aire" y "Un país en la Mochila", éste último de la mano de José Antonio Labordeta)
(En este artículo se incluyen interesantes vídeos descriptivos de los Usos, Costumbres y Geografía de Cantabria. "Cantabria desde el Aire" y "Un país en la Mochila", éste último de la mano de José Antonio Labordeta)
Población en (2013)
• Total 591 888 hab.
• Densidad 111,3 hab/km²
Cantabria es una comunidad autónoma española de carácter uniprovincial referida como «comunidad histórica» en su Estatuto de Autonomía. Limita al este con el País Vasco (provincia de Vizcaya), al sur con Castilla y León (provincias de León, Palencia y Burgos), al oeste con el Principado de Asturias y al norte con el mar Cantábrico. La ciudad de Santander es su capital y localidad más poblada.
En los siguientes dos vídeos se recorre la Comunidad de Cantabria a través de cada una de sus comarcas.
En los siguientes dos vídeos se recorre la Comunidad de Cantabria a través de cada una de sus comarcas.
Sus primeras referencias datan del año 195 a. C., momento en que el escritor romano Catón el Viejo habla en su obra Orígenes del nacimiento del río Ebro en el país de los cántabros.
[...] el río Ebro: nace en tierra de cántabros, grande y hermoso, abundante en peces. [...] fluvium Hiberum: is oritur ex Cantabris, magnus atque pulcher, pisculentus.
Cantabria es una comunidad rica en yacimientos arqueológicos del Paleolítico Superior, aunque los primeros signos de ocupación humana datan del Paleolítico Inferior. Destacan en este aspecto las pinturas de la cueva de Altamira, datadas en el 37 000 a. C. y declarada, junto a otras nueve cuevas cántabras más, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La moderna provincia de Cantabria se constituyó el 28 de julio de 1778 en la Casa de Juntas de Puente San Miguel. La Ley Orgánica del Estatuto de Autonomía de Cantabria se aprobó el 30 de diciembre de 1981, dotando de este modo a la comunidad autónoma de organismos e instituciones de autogobierno.
Mapa físico de Cantabria.
Diversos han sido los autores que han tratado el origen etimológico del nombre de Cantabria (San Isidoro de Sevilla, Julio Caro Baroja, Aureliano Fernández Guerra, Joaquín González Echegaray y Adolf Schulten, entre otros). Aunque no es segura su procedencia, la opinión más aceptada por los expertos es que deriva de la raíz cant-, de origen celta o ligur y que significa 'roca' o 'piedra', y el sufijo -abr, frecuente en las regiones celtas. De todo esto se deduce que cántabro vendría a significar 'pueblo que habita en las peñas' o 'montañés', en clara referencia al territorio abrupto y montañoso de Cantabria.
Geografía física
La comunidad posee una superficie de 5.326 km² y sus costas tienen una longitud total de 284 kilómetros. Su cabo más sobresaliente es el Cabo de Ajo (43°29′33″N 3°37′15″O). En la comunidad existen tres ámbitos geográficos bien diferenciados: La Marina, La Montaña y Campoo y los valles del sur pertenecientes a las cuencas del río Ebro y del Duero. La presencia predominante de la montaña y su difícil orografía del terreno explica que históricamente además se conozca a la comunidad entera como La Montaña.
José Antonio Labordeta también recorrió la Comunidad Autónoma de Cantabria con su mochila a las espaldas. Lo vemos en el siguiente vídeo.
José Antonio Labordeta también recorrió la Comunidad Autónoma de Cantabria con su mochila a las espaldas. Lo vemos en el siguiente vídeo.
A medida que nos desplazamos hacia el sur el relieve suave de La Marina se torna abrupto hasta alcanzar las altas montañas de la Cordillera Cantábrica.
Cantabria es una región de carácter montañoso y costero y con un importante patrimonio natural. Su enérgico relieve hace que el 40 % de su superficie se sitúe por encima de los 700 metros de altitud y un tercio de la región presenta pendientes de más del 30 % de inclinación. Es la cuarta provincia más montañosa de España atendiendo al desnivel del terreno. En ella se distinguen tres áreas morfológicamente bien diferenciadas:
La Montaña. Es una larga barrera de montañas abruptas paralela al mar que componen parte de la cordillera Cantábrica. En su mayoría de roca calcárea afectada por fenómenos kársticos y que cubren la mayor parte de Cantabria. Forman valles profundos en disposición norte-sur con fuertes pendientes horadadas por ríos de carácter torrencial, de gran poder erosivo y cortos por la poca distancia entre su nacimiento y su desembocadura. Los valles configuran diferentes comarcas naturales de la región bien delimitadas físicamente por los cordales montañosos: Liébana, Nansa, Saja, Besaya, Pas-Pisueña, Miera, Asón-Gándara, Campoo. A la montaña pertenece la sierra del Escudo, cordón montañoso de entre 600 y 1000 msnm y que a lo largo de la zona occidental de Cantabria sigue paralela a unos 15 o 20 km de la costa. Montañas más altas nos encontramos a medida que nos desplazamos al sur, con una alineación de crestas que limitan los valles y las cuencas hidrográficas de los ríos Ebro, Duero y aquellos que desembocan en el mar Cantábrico. Por lo general superan los 1500 metros de altitud, desde el puerto de San Glorio en el oeste hasta el de Los Tornos en la parte oriental: Peña Labra, puerto de Sejos, puerto del Escudo, Castro Valnera y La Sía. También destacan los grandes macizos calcáreos de los Picos de Europa en la zona sur occidental de la región, cuyas cumbres sobrepasan la mayoría 2500 metros y donde es amplia la presencia del modelado glaciar en su geomorfología. La mayor elevación de Cantabria se localiza en el pico de Torre Blanca (2619 metros), en la divisoria entre Cantabria y la provincia de León, aunque de forma tradicional se ha asignado este honor a Peña Vieja (2617 metros) por encontrarse totalmente dentro del territorio cántabro.
Campoo y los valles del sur. La otra comarca que se diferencia es Campoo, en el extremo sur de Cantabria. Con un clima más continentalizado, presentan un desarrollo óptimo de masas forestales de rebollo (quercus pyrenaica) y que se encuentra en un periodo expansivo por el abandono de las tierras agrarias. También existen grandes repoblaciones de coníferas (pinus sylvestris) en las suaves pendientes de la comarca.
Climatología
La primavera en la región es un periodo de cambio con grandes contrastes, en el que se pueden dar sol, lluvia, frío y calor en el mismo día.
Debido a la Corriente del Golfo Cantabria, al igual que el resto de la región Cantábrica, tiene unas temperaturas mucho más suaves que las que les correspondería por su latitud, similar a la de Nueva Escocia en Norteamérica. La región está afectada por un clima templado oceánico húmedo, con veranos e inviernos suaves. Las precipitaciones se sitúan en torno a 1200 mm anuales en la costa, aumentando los valores en las zonas montañosas hasta los 2400 mm, lo que la sitúa en la denominada España húmeda (o España verde).
La temperatura media se sitúa alrededor de los 14 °C. La nieve es frecuente en las partes altas de Cantabria entre los meses de noviembre y marzo. Los meses más secos son: julio y agosto, aunque generalmente no existe sequía propiamente dicha, ya que por una parte siempre existe un mínimo de precipitación, y por otra las temperaturas no son muy elevadas (Exceptuando las zonas de clima mediterráneo o templado submediterráneo). En algunas zonas de los Picos de Europa con clima de alta montaña, por encima de los 2500 msnm se mantienen los bancos de nieve durante todo el año.
No obstante las diferencias entre comarcas pueden llegar a ser importantes. Así las más alejadas del litoral, como Liébana y Campoo, presentan un clima mediterráneo continentalizado, en el primer caso por el mesoclima especial de la zona y en el segundo por su proximidad a la meseta central.
La influencia del relieve montañoso de Cantabria es destacable sobre su clima, siendo la causa principal de fenómenos atmosféricos peculiares como son las llamadas suradas, propiciadas por el efecto Foehn. El viento del sur sopla fuerte y seco, aumentando la temperatura a medida que nos acercamos a la costa. Esto provoca una llamativa disminución de la humedad relativa del aire y la ausencia de precipitaciones. Condiciones que contrastan con las de la vertiente sur de la cordillera donde el viento es más fresco y húmedo y puede estar lloviendo. Estas situaciones son más frecuentes en otoño e invierno, registrándose unas temperaturas anormalmente altas de más de 28 °C. No son inusuales los incendios avivados por este viento, como el que arrasó la ciudad de Santander en el invierno de 1941.
Por otro lado, las zonas costeras suelen estar sometidas a vientos constantes provenientes del Océano Atlántico, que frecuentemente llegan a ser fuertes. En condiciones muy particulares, más propicias en los meses de abril-mayo y septiembre-octubre, los vientos del Oeste pueden alcanzar magnitudes de galerna.
Hidrografía
Los ríos cántabros son cortos, rápidos y poco caudalosos; salvan unas considerables pendientes al estar el mar próximo a su nacimiento en la cordillera Cantábrica. Sus recorridos suelen ser perpendiculares a la costa, si exceptuamos el río Ebro, y poseen un caudal más o menos persistente a lo largo de todo el año motivado por unas precipitaciones por lo general constantes. Aun así, este es escaso (20 m³/s anualmente) en comparación con otros ríos de la Península Ibérica. La rapidez de sus aguas, motivado por las considerables pendientes de los recorridos, hacen que tengan un gran poder erosivo, formando los encajados valles en forma de V característicos de la cornisa Cantábrica. La actividad humana, cada vez más abundante en ellos por el aumento y concentración constante de la población en los valles, está ejerciendo una fuerte presión sobre estos ríos.
Los principales ríos que dividen la región en otras tantas cuencas hidrográficas son:
Cuenca Norte (desembocan en el mar Cantábrico).
Agüera
Asón
Besaya
Deva
Escudo
Miera
Nansa
Pas
Pisueña
Saja
Cuenca del Ebro (desembocan en el mar Mediterráneo).
Híjar
Ebro
Cuenca del Duero (desemboca en el océano Atlántico).
Camesa
El Pico Tres Mares (2175 msnm), en la comarca de Campoo-Los Valles, en el límite con Palencia, separa las tres cuencas hidrográficas; en sus faldas nacen los ríos Híjar, Pisuerga y Nansa que vierten respectivamente al Mediterráneo, Atlántico y Cantábrico. Cantabria es, junto con Castilla y León, la única comunidad autónoma cuyos ríos desembocan en cada uno de los tres mares que rodean la Península Ibérica.
Las diversas altitudes de la región, que van en poca distancia del nivel del mar a los 2600 msnm de La Montaña, hacen que la diversidad vegetal sea grande y exista un amplio número de biotopos. Cantabria posee una vegetación eurosiberiana, dentro de la provincia Atlántica. Se caracteriza por tener bosques de especies frondosas y caducifolias, como son el roble y el haya. No obstante la acción humana desde tiempos remotos ha favorecido la creación de pastos, propiciando grandes superficies de pastizales y praderías que alimentan al ganado vacuno.
Los prados de pastos se intercalan con plantaciones de eucaliptos (Eucalyptus globulus) y pequeñas masas de bosques autóctonos de robles y fresnos.
La parte meridional de Cantabria, ya dentro de la comarca de Campoo y limitando con la meseta castellana, se caracteriza por tener un paisaje de transición hacia una vegetación seca, conviviendo variedades bioclimáticas atlánticas y mediterráneas. Su diversidad vegetal está propiciada por localizarse en el límite del dominio biogeográfico mediterráneo, lo que hace que existan especies propias de este bioclima, como son la encina o el madroño, localizados en suelos calizos poco desarrollados y de escasa humedad.
En Cantabria se pueden diferenciar varios niveles florísticos:
La franja litoral, representada por arenales y dunas con una vegetación reducida. Junto a ellos los acantilados con vegetación herbácea exclusiva de estas zonas.
La marina, franja costera que llega hasta los 500 metros de altitud y que originalmente lo constituían bosques caducifolios con especies mixtas: fresno, tilo, laurel, avellano, arce, roble, álamo, abedul, encina, etc. Los márgenes fluviales estaban poblados por bosques de ribera de alisos y sauces. Hoy en día estos bosques primitivos han desaparecido casi en su totalidad, dejando masas forestales autóctonas de carácter residual en zonas de difícil cultivo. En su sustitución aparecen las praderías, zonas de pasto muy productivas por el benigno clima y que sustentan la economía rural de Cantabria. Junto a ellos aparecen grandes repoblaciones monoespecíficas de eucalipto destinadas a la industria papelera y que desde algunos ambientes empiezan a ser cuestionadas.
Los niveles medios de montaña, de 500 a 1100 msnm están colonizados por bosques monoespecíficos de roble (Quercus robur y Quercus petraea) en aquellas laderas con mayor insolación. En las zonas de umbría y sobre todo a partir de los 800 msnm, destacan los bosques de haya y donde suelen aparecer el acebo que produce frutos comestibles en época invernal y que son casi el único sustento para muchas especies animales.
En el piso subalpino, en cotas ya muy altas, la vegetación está compuesta por abedules, matorrales y plantas herbáceas como las gramíneas, que son de especial importancia en la economía ganadera durante el verano pues funcionan como pastizales de puerto (llamadas en la región brañas) para la alimentación vacuna y caballar.
Junto a estas características habría también que citar las peculiaridades de la comarca de Liébana, que al poseer un mesoclima particular cercano al mediterráneo también crecen alcornocales, viñedos y olivos, y cuyo grado de degradación por la actividad humana es muy escaso.
Demografía
Pirámide demográfica de Cantabria según el Padrón municipal de habitantes de 2006.
En 2013 Cantabria contaba con una población de 591 888 habitantes según datos provisionales del Instituto Nacional de Estadística (representa el 1,24 % de la población de España).
Cantabria solo supera, demográficamente hablando, a una comunidad autónoma, La Rioja (316 474) y a las dos ciudades autonómicas Ceuta (84 672) y Melilla (83 251) (ver tabla (datos 2012)). En cuanto a provincias, ocupa el puesto 28.º de 50 provincias que hay en España (ver tabla (datos 2013)).
Tiene una densidad de población de 110,52 habitantes/km² y una esperanza de vida de 80 años para los varones y 87 años para las mujeres. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), en España (en el año 2005) la esperanza de vida es de 80,3 años de media: 76,9 para los hombres y 83,6 para las mujeres.
Mapa demográfico de Cantabria.
Habitantes por núcleos de población en el año 2005.
Habitantes por núcleos de población en el año 2005.
Las principales poblaciones cántabras se encuentran en la zona litoral, destacando tres ciudades, la capital cántabra, Santander, con 134 715 habitantes, Torrelavega, como segundo núcleo urbano e industrial de Cantabria, con una población de 26 814 habitantes y Castro Urdiales con 25 514 habitantes (INE 2013). Las dos primeras son los núcleos de una conurbación denominada área metropolitana de Santander-Torrelavega.
Los municipios más importantes desde el punto de vista demográfico (más de 10 000 habitantes; datos INE 201116 ) son los siguientes:
Santander (176 064 habitantes).
Torrelavega (54 827 habitantes).
Castro Urdiales (32 309 habitantes).
Camargo (31 334 habitantes).
Piélagos (24 077 habitantes).
El Astillero (18 005 habitantes).
Santa Cruz de Bezana (12 369 habitantes).
Laredo (11 934 habitantes).
Los Corrales de Buelna (11 448 habitantes).
Santoña (11 382 habitantes).
Reinosa (9 919 habitantes).
La provincia de Cantabria es la 23.ª de España en que existe un mayor porcentaje de habitantes concentrados en su capital (29,91 %, frente al 31,96 % del conjunto de España).
Prehistoria en Cantabria
Bastón de mando perforado adornado con el grabado de un ciervo hallado en la Cueva de El Castillo.
La primera presencia humana en la cornisa cantábrica data de hace 200.000 años (Paleolítico). Los Homo Erectus, asentados durante un período interglaciar, se organizaban en clanes seminómadas dedicados a la caza y la recolección, y fabricaban bifaces. Durante la glaciación de Würm el hombre de Neanderthal ocupó las cuevas y desarrolló una importante industria lítica (puntas, raederas, raspadores, denticulados) que será llevada a su cenit (azagayas, bastones de mando) por el Homo Sapiens durante el Paleolítico Superior.
El arte que desarrolló aquel hombre de las cavernas, rupestre y mobiliar, se encuentra a lo largo de una extensa nómina de cuevas cántabras (Altamira, El Castillo, La Pasiega, Las Monedas, Covalanas, Hornos de la Peña, El Pendo). Practicaban grabado, pintura y ciertos atisbos de escultura, representando sus presas de caza (ciervo, caballo, bisonte, reno), motivos geométricos y simbólicos, pero rara vez la figura humana y nunca sus enemigos depredadores.
La revolución neolítica –aparición de sociedades productoras-, iniciada en el Mediterráneo, llega al Cantábrico con un importante desfase cronológico, convirtiéndolo en una región marginal en la que durante mucho tiempo coexistirán sociedades cazadoras-recolectoras y productoras (agrícolas-ganaderas). Culturalmente destaca el megalitismo, vinculado a la ganadería trashumante.
Término augustal encontrado en el municipio de Valdeolea. Fijaba el límite entre el territorio dependiente de la ciudad romana de Julióbriga, sujeto a tributación, y los pastos adscritos a la Legio IIII Macedonica, libres de tributos por su carácter militar.
Los romanos se encontraron en Cantabria con una sociedad clánica sin unidad política que habitaba en castros (poblados fortificados) y practicaba el pillaje en la Meseta para equilibrar su frágil economía. Ello, los recursos mineros, la voluntad de cerrar las fronteras del Imperio y la búsqueda de laureles de victoria llevaron a Octavio Augusto a iniciar la invasión de la región en 29 a. C.. La romanización en Cantabria fue tardía e incompleta, centrada en la explotación minera y ganadera, la cual marcó la disposición de las comunicaciones, centrada en la exportación a través de los puertos marítimos. Como urbes solo destacan Julióbriga y Flavióbriga. Al derrumbarse el Imperio en el siglo V la antigua sociedad cántabra resurgió.
Alta Edad Media
El Monasterio de Santo Toribio de Liébana, importante centro de peregrinación cristiana desde la Edad Media, guarda el Lignum Crucis y en él el Beato de Liébana redactó en el siglo VIII el conocido Comentario al Apocalipsis.
La recuperada libertad de los Cántabros se prolongó hasta la ofensiva visigoda encabezada por Leovigildo en 574, que estableció un dominio precario en la vertiente sur de la Cordillera, fundando el Ducado de Cantabria como marca defensiva con capital en Amaya. Los primeros misioneros cristianos, Santo Toribio (402-276) o San Millán de la Cogolla (473-574), no lograron gran repercusión. A comienzos del siglo VIII la invasión islámica alcanza Peña Amaya, empujando una importante inmigración hispanogoda que alterará fundamentalmente las estructuras socioeconómicas y culturales cántabras.
En 722 la victoria de Pelayo en Covadonga permitió la constitución del Reino de Asturias, núcleo político dentro del cual se configurará la sociedad cántabra medieval: asentamiento de aldeas en los valles, implantación de una economía agraria asentada en el cereal, la vid y las frutas y triunfo del cristianismo introducirán el feudalismo en la región, con el desarrollo de señoríos religiosos vinculados a los primeros monasterios (Arte de Repoblación): Santo Toribio, Santa María de Piasca, Santa Juliana, Emeterio y Celedonio, San Pedro de Cervatos, San Martín de Elines.
Baja Edad Media[
Batalla naval de La Rochelle (miniatura francesa del siglo XV). En ella la flota de la marina castellana, formada por naves cántabras, obtiene una victoria contundente frente a la armada inglesa, pasando el control del Canal de la Mancha a manos de la Corona de Castilla.
El avance de la Reconquista hacia el sur marginó de nuevo la región cantábrica, que solo alcanzará un nuevo y relevante papel a partir del siglo XII, con la concesión de fueros a las villas marineras (San Vicente de la Barquera, Santander, Laredo y Castro Urdiales) por parte de la corona castellana para impulsar el comercio de las lanas con el norte de Europa y asegurar las fronteras del reino. Las villas experimentan así un notable crecimiento demográfico y un desarrollo urbano alrededor de la pesca y el comercio, introduciendo el Gótico en la región (destacan las cuatro grandes catedrales). Su prosperidad les lleva a confederarse en la Hermandad de las Cuatro Villas primero y en la Hermandad de las Marismas (1296) con otros puertos del Cantábrico después, sirviendo militarmente al reino en la conquista de las ciudades andaluzas durante el siglo XIII.
La crisis del siglo XIV tiene su reflejo en las guerras de banderizas provocadas por los diferentes linajes que tejían la estructura señorial en Cantabria en pos de la extensión de sus patrimonios (La Vega, Manrique, Velasco). Esta ofensiva señorial desangrará el territorio cántabro (en villas y valles) hasta la imposición de la autoridad real durante el reinado de los Reyes Católicos.
Durante la Edad Media se articuló la estructura administrativa cántabra a través de concejos, juntas (o valles) y merindades (Becerro de las Behetrías, 1352), con la posterior implantación de los corregimientos como instituciones de control estatal: uno para Asturias de Santillana, Campoo y Liébana y otro para las Cuatro Villas y Trasmiera.
Edad Moderna
El fin de la Edad Media en el siglo XV no alterará la situación de desvertebración política y administrativa de Cantabria, compartimentada en villas y valles, realengo y señoríos, costa e interior. El siglo XVI marcará, además, la crisis de las villas marineras, afectadas por las distorsiones económicas provocadas por las guerras de hegemonía de los Austrias y por la sucesión de hambrunas y plagas entre finales de la centuria y la primera mitad del XVII. Por otro lado la introducción desde América de nuevos productos agrícolas, especialmente el maíz, mejorará la precaria dieta posibilitando una recuperación demográfica que se sostendrá a lo largo del siglo XVIII. A partir de la apertura del Camino de las Harinas en 1753 Santander, convertida en el puerto de Castilla hacia América (Reales Decretos de 1765 y 1778), experimentará un fuerte desarrollo alrededor de las actividades comerciales: creación del Obispado en 1754, concesión del título de ciudad en 1755, creación del Consulado del Mar en 1785.
Los proyectos de unidad de las comarcas cántabras toman fuerza según se aproxima el final de la Edad Moderna, partiendo de dos ámbitos. Uno, tradicional, desde el Partido de las Cuatro Villas (buscando la defensa de sus exenciones fiscales) o desde la Provincia de los Nueve Valles que daría lugar a la Provincia de Cantabria de 1778. Otro, vinculado a la burguesía santanderina, será el que triunfe con la creación de la Provincia de Santander en 1801 y su restauración definitiva en 1833 dentro del esquema territorial implantado por Javier de Burgos.
Siglo XIX
Durante el XIX se inician y desarrollan procesos que configurarán la Cantabria contemporánea.
Administrativamente se logra la unidad territorial con la formación de la Provincia de Santander. Ello, no obstante, no acabará con los problemas de desvertebración e incomunicación que afecta a gran parte del territorio.
Económicamente triunfa la economía mercantil santanderina hasta que, en la segunda mitad de la centuria, el declive del comercio antillano lleve a una reorientación productiva: la producción vacuna y la minería antecederán al notable crecimiento industrial del siglo XX.
Socialmente es el siglo de la hegemonía burguesa, que verá aparecer a una nueva clase media y a una incipiente clase obrera con la progresiva introducción de las actividades industriales. Se inicia, además, el despoblamiento de los valles interiores, emigrando la población hacia la costa y los núcleos urbano-industriales (bahía de Santander, cuenca del Besaya, desembocadura del Asón, Castro Urdiales) y hacia el exterior (indianos y jándalos).
Políticamente se impone el liberalismo dinástico con la consolidación de la Provincia, que logrará un estable funcionamiento del turnismo durante la Restauración (1874), gracias a las redes clientelares tejidas por un caciquismo que encuentra un hábitat propicio en el rural y compartimentado espacio cántabro. En los núcleos urbanos se desarrollará un pujante republicanismo y finalizando el siglo aparecen las primeras organizaciones obreras.
Siglo XX
El Puente de Treto une la localidad de Adal y Treto (Bárcena de Cicero) con Colindres. La polémica que rodeó su construcción provocó la pérdida de la hegemonía política del distrito de Laredo-Castro por parte del Partido Liberal.
Los cambios iniciados en la anterior centuria se aceleran y profundizan, evolucionando la Provincia hacia lo que será la Comunidad Autónoma creada en 1983.
Demográficamente se certifica el virtual despoblamiento de los valles y montañas del interior alejadas de los principales núcleos y de las vías de comunicación, concentrándose la población en la costa en y las áreas urbanas.
Económicamente se consolida el desarrollo industrial basado en la producción láctea, la transformación pesquera, la química y la metalurgia, que alcanza su máxima expresión mediada la centuria, iniciando entonces un lento declive que desemboca en la fuerte crisis y reconversión de los años setenta y ochenta. Prolongado período crítico que influirá en la compleja estabilización de la Autonomía.
Socialmente se experimenta una notable proletarización, creándose un fuerte contraste entre áreas industriales y zonas agrarias que en los años treinta alimentó los enfrentamientos derivados en la Guerra Civil. La desindustrialización del último tercio de siglo alteró el perfil socioprofesional de la región, menguando considerablemente la población agraria, reduciendo la obrera e impulsando los sectores terciarios. Desde los años sesenta, además, se potencia una actividad turística marcada en exceso por la estacionalidad.
Políticamente arrancan los impulsos democratizadores en el primer tercio de siglo, consolidándose durante la II República, período de intensa actividad política. La imposición de la dictadura franquista eliminó las organizaciones democráticas y obras, sustentándose el régimen sobre unas remozadas redes caciquiles. La recuperación de la democracia a partir de 1975 –inseparable en Cantabria de la consecución de la Autonomía- hubo de pervivir, empero, con ese viejo caciquismo envuelto ahora en el discurso de un indeterminado regionalismo y sustentado en los vínculos entre clase política y promoción inmobiliaria, forjador de nuevas redes clientelares. Política marcada, además, por las tendencias conservadoras reforzadas tras el largo y traumático proceso de desindustrialización.
Mapa municipal y comarcal de Cantabria.
Asón-Agüera.
Besaya.
Campoo-Los Valles.
Costa Occidental.
Costa Oriental.
Liébana.
Saja-Nansa.
Santander.
Trasmiera.
Valles Pasiegos.
Actualmente las comarcas en Cantabria no tienen un carácter administrativo y apenas sí están definidas. Únicamente Liébana, por su condición geográfica en los Picos de Europa, Trasmiera y Campoo, en el valle del Ebro se establecen como comarcas claramente definidas en la región. No obstante se pueden establecer diferencias funcionales en el territorio que dividen la región a modo de comarcas:
La Comarca de Asón-Agüera: Al igual que la anterior, tiene un carácter rural. En ella se encuentran los cursos altos de los ríos Asón y Agüera, muy cerca del límite con Vizcaya. Su cabecera comarcal es Ramales de la Victoria.
La Comarca del Besaya: Con su cabecera comarcal en la ciudad de Torrelavega, se extiende a lo largo del río Besaya, que funciona como eje articulador o corredor por el que circulan las principales vías de comunicación. Posee un marcado carácter industrial.
La Comarca de Campoo-Los Valles: Abarca toda la cabecera del valle del Ebro y tiene como núcleo de servicios a la población de Reinosa. De marcado carácter rural, si exceptuamos los focos industriales de Reinosa y Mataporquera, sufre en los últimos años un importante proceso de despoblamiento y desindustrialización.
La Comarca de la Costa Occidental: Tiene un carácter urbano. Se extiende desde Santillana del Mar hasta el límite con Asturias. Su cabecera comarcal es San Vicente de la Barquera
La Comarca de la Costa Oriental: De tendencia urbana y turística, abarcaría desde Colindres hasta el límite con Vizcaya, llegando por el sur hasta las montañas prelitorales.
La Comarca de Liébana: Enclavada entre los Picos de Europa y la sierra de Peña Sagra, su orografía a modo de gran hoya entre murallones de piedra caliza han hecho de ella la mejor definida de Cantabria. De difícil acceso, se trata de una comarca rural cuya cabecera comarcal se sitúa en Potes.
La Comarca de Saja-Nansa: Se extiende desde la Comarca del Besaya hasta el límite con Asturias y desde La Marina hasta las montañas de Peña Sagra y la Cordillera Cantábrica. Tiene un carácter eminentemente rural. Su cabecera comarcal es Cabezón de la Sal
La Comarca de Santander: Es de carácter claramente industrial y urbano, está constituida por el propio municipio de Santander (cabecera de la comarca) y el arco de la bahía y al sur hasta el municipio de Penagos y la Sierra de la Matanza.
La Comarca de Trasmiera: Abarca desde la bahía de Santander hasta su localidad más importante y cabecera comarcal, es Santoña.
La Comarca de los Valles Pasiegos: Engloba los cursos altos de los ríos Pas y Miera. Son los valles de Toranzo, Carriedo, Cayón y Pas. Con un carácter eminentemente rural, su población bascula hacia Torrelavega, Santander o Laredo en busca de servicios. Mención especial merece el valle pasiego por sus históricas características intrínsecas. Su cabecera comarcal es Villacarriedo.
Comarcas naturales
En relación con los rasgos físicos del medio natural Cantabria se dividen en diez comarcas que atienden a las diferentes franjas bastante definitorias en que se fracciona el territorio de la región.
Franja costera:
La Marina.
Franja intermedia (valles cantábricos perpendiculares a la costa):
Liébana.
Valle del Nansa.
Valle del Saja.
Valle del Besaya.
Valle del Pas-Pisueña.
Valle del Miera.
Valle del Asón-Gándara.
Valle de Soba.
Franja meridional (cuencas del río Ebro y del Duero, lo que formaría Campoo-Los Valles):
Campoo.
Los Valles del sur (Valderredible, Valdeolea y Valdeprado).
Comarcas históricas[editar]
A partir del siglo XIII la organización de Cantabria en valles, típica de todo el norte de España, fue sustituida por las ciudades, villas o comarcas históricas que agrupaban valles.
Liébana.
Asturias de Santillana.
Trasmiera.
Campoo-Los Valles.
Valderredible.
Municipios
Cabe señalar que la Mancomunidad Campoo-Cabuérniga no constituye per se un municipio, aún a pesar de la extensión de su territorio. Se trata de una gran propiedad comunal singular por su tamaño y características, de gestión compartida entre los municipios de la Hermandad de Campoo de Suso, Cabuérniga, Los Tojos y Ruente. En esta finca de montaña, destinada al pasto en sus brañas de ganado vacuno de raza tudanca fundamentalmente y caballar en menor medida, perviven tradiciones ganaderas transterminantes.
Cantabria ha llevado a cabo desde 1994 una paulatina convergencia con las regiones europeas más desarrolladas, la cual fue posible gracias a su inclusión durante seis años en la lista de regiones Objetivo 1 y por la que percibió subvenciones a fondo perdido para su desarrollo.22 El éxito económico llevó parejo la pérdida progresiva de estos fondos de cohesión que venía percibiendo desde 1994-1999. En 1999 finaliza el programa marco financiero de la UE y al hacer los cálculos para el nuevo periodo 2006-2007 Cantabria es excluida del Objetivo 1. Dado que su salida fue muy cuestionada23 debido a que superaba mínimamente el límite establecido del 75 % de PIB per cápita,24 fue considerada región Objetivo 1 «en situación transitoria». En el año 2007 los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (FEDER) disminuyeron un 46,2 % como consecuencia de la conclusión del periodo transitorio de salida del Objetivo 125 y la entrada en el Objetivo 2.
Cantabria cuenta con un sector primario en retroceso que ocupa al 5,8 % de la población activa con ganadería vacuna, lechera tradicionalmente y cárnica en los últimos tiempos; agricultura, destacando el maíz, patatas, hortalizas y plantas forrajeras; pesca marítima; y minería del zinc y canteras.
En el sector secundario asienta el 30,4 % de la población activa. En la industria destacan la siderúrgica, la alimentaria, la química, la papelera, la textil, la farmacéutica, equipos industriales y de transporte, etc. En la construcción se empiezan a notar síntomas de estancamiento, si bien sigue siendo el mayor activo de éste sector.
El sector terciario emplea al 63,8 % de la población activa y va en aumento, siendo este hecho sintomático de la concentración de la población en los centros urbanos y de la importancia que el turismo (especialmente el rural) ha adquirido en los últimos años. Como entidades bancarias principales de la comunidad autónoma, destaca la Caja Cantabria que en la actualidad gestiona un volumen de negocio cercano a los 10 800 millones de euros, y el Banco Santander que dio lugar al Grupo Santander, con 129 000 empleados, 66 millones de clientes, 10 200 sucursales y 2,4 millones de accionistas en todo el mundo. El grupo se encuentra entre las diez primeras entidades financieras del mundo y es el mayor banco de la Zona Euro. En lo relativo a la venta de vehículos, en 2013 bajó un 2,6 % con respecto al mismo mes del año anterior. En cambio en el resto de España la venta de coches ha crecido un 10 %.27 Al parecer, el obejtivo del plan PIVE-2 de renovar el parque automovilísitoco no está causando el efecto esperado en Cantabria, a pesar de ser una de las comunidades autónomas con mayor número de concesionarios por habitante.
Flora
Artículo principal: Flora de Cantabria
Desde el punto de vista de su flora, Cantabria se localiza entre dos regiones biogeográficas. La mayoría del territorio pertenece a la región Eurosiberiana, pero el extremo meridional forma parte de la región Mediterránea. Esta situación fronteriza tiene un efecto directo en las características del paisaje vegetal de la región, en el que se entremezclan especies mediterráneas y especies atlánticas, que enriquecen la composición botánica de los distintos ecosistemas existentes.
Mapa de parques naturales y nacionales existentes en Cantabria:
1. Parque Nacional de los Picos de Europa.
2. Parque Natural de los Collados del Asón.
3. Parque Natural de las Dunas de Liencres.
4. Parque Natural del Macizo de Peña Cabarga.
5. Parque Natural de Oyambre.
6. Parque Natural de Saja-Besaya.
7. Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel.
A pesar de su escaso tamaño, Cantabria posee un buen número de espacios protegidos. Integran la Red de Espacios Protegidos de Cantabria:
Parque Nacional de los Picos de Europa
Parque Natural Collados del Asón
Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel
Parque Natural Macizo de Peña Cabarga
Parque Natural de Oyambre
Parque natural del Saja-Besaya
Parque Natural de las Dunas de Liencres
Monumento Natural de las Secuoyas del Monte Cabezón
El más importante de ellos es el Parque Nacional de los Picos de Europa, que afecta además de a Cantabria a Castilla y León y Asturias y cuya gestión comparten las tres comunidades autónomas.
Por otra parte Cantabria cuenta con 8 Zonas de Especial Protección para Aves (ZEPAS): Marismas de Santoña, Victoria y Joyel y Ría de Ajo, Liébana, Desfiladero de La Hermida, Sierra de Peña Sagra, Sierra de Híjar, Sierra del Cordel y cabeceras del Nansa y Saja, Embalse del Ebro y Hoces del Ebro.
Además existen 21 Lugares de Importancia Comunitaria (LIC): Liébana, Montaña Oriental, Rías occidentales y Duna de Oyambre, Dunas de Liencres y Estuario del Pas, Dunas del Puntal y Estuario del Miera, Costa Central y Ría de Ajo, Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, Sierra del Escudo de Cabuérniga, Valles altos del Nansa y Saja y Alto Campoo, Sierra del Escudo, Río Deva, Río Nansa, Río Saja, Río Pas, Río Miera, Río Asón, Río Agüera, Río y Embalse del Ebro, Río Camesa y 2 cavidades con importantes colonias de quirópteros.
Cultura
Cantabria pertenece a una unidad cultural común que comparte, pese a las diferencias regionales, con la comunidades del norte de España bañadas por las costa cantábrica. Esta unidad cultural, que hunde sus raíces en la época prerromana, ya fue reconocida en el siglo I por el geógrafo griego Estrabón:
Tal es la vida de los montañeses, es decir, de las tribus que habitan en el lado septentrional de Iberia: los callaicos, astures y cántabros hasta los vascones y el Pirineo. Porque es idéntica la vida de todos ellos.
Geographica III, 4, 7
No obstante esta unidad cultural de la fachada atlántica no significa una homogeneización cultural de las sociedades de este ámbito geográfico. Dentro de todo este conjunto, Cantabria posee una indudable personalidad etnográfica, que la distingue por el este y el oeste de vascos y asturianos, así como naturalmente de los habitantes de la Tierra de Campos por el sur. Para conocer a fondo la estructura cultural regional hay que entender la naturaleza de su territorio, dividido en valles, más o menos aislados entre sí. La fuerte compartimentación del territorio, como consecuencia de una robusta orografía, ha generado una marcada división interna de Cantabria, con unas difíciles comunicaciones trasversales entre valles, siendo ésta una cuestión imprescindible para poder entender el conjunto de las tradiciones y costumbres de la región.
Es este relieve abrupto, y el consecuente tipo de explotación que los cántabros ha venido ejerciendo desde tiempo inmemorial del territorio, otro de los factores distintivos a la hora de definir la realidad cultural de Cantabria: poblamientos tendentes a la concentración en las comarcas centrales y occidentales, y dispersos o ultradispersos en la zona oriental y de manera especial en la comarca pasiega, es decir, en las cabeceras del río Pas y del Miera.
La sustitución de las antiguas pomaradas por praderías para pastos condujo a la práctica desaparición de la producción de sidra en la región.
Una de las peculiaridades más características de Cantabria es el modelo, muy definido, de vivienda tradicional montañesa, con tejado a dos aguas y fachada principal en una de las caídas. En ella es muy frecuente la solana o balcón corrido de madera, protegido bajo el alero. Este modelo, que tiene variantes según las comarcas, ha dado origen a la típica casona montañesa, uno de cuyos elementos es la portalada, por lo general timbrada con escudo de armas, la cual da acceso a la corralada. Pero existen también otros modelos de casas, siendo característica y singular la llamada cabaña pasiega, con la fachada principal en el hastial.
En cuanto al modelo productivo tradicional sus formas no difieren en exceso de lo que es común a las otras regiones del cuadrante noroccidental de la Península Ibérica. Fue a mediados del siglo XX cuando se inició un profundo cambio en la economía agraria de La Marina y los valles prelitorales de Cantabria, cuando las gentes del medio rural empezaron a abandonar la dedicación predominantemente agrícola hasta entonces para entregarse a una actividad ganadera extensiva de parcos rendimientos, sustentada en un territorio con un terrazgo extremadamente fragmentado, que no se ha ido corrigiendo hasta hace unos lustros.
Dentro de este complejo cabe señalar, como muy característico, el uso de un modelo peculiar de carro chillón, con su yugo cornal típico, así como el empleo de la basna. Del mismo modo, y relacionado con las labores del campo destaca la artesanía en aperos y herramientas de labranza realizado frecuentemente con un verdadero gusto artístico, como es el caso de las albarcas y de las colodras.
Basna o corzón
Albarcas
Carro chillón con yugo cornal
Colodra de asta de buey
Es en la cultura inmaterial donde quizá destaca especialmente la particularidad de Cantabria. Además de creencias, mitos y supersticiones propias, hay que señalar la amplia diversidad de su rica literatura oral, compuesta de cuentos, leyendas, romances, trovas, refranes, adivinanzas y oraciones. Pero es aquí donde cabe señalar sobre todo la riqueza de su patrimonio y cultura musical en todas sus variadas formas: desde cantos de cuna, hasta cantares de ronda, pasando por canciones infantiles, tonadas, jotas, picayos, marzas, etc. Muchas de estas melodías van acompañadas de danzas, destacando las modalidades de baile «a lu altu» y «a lu baju», y entre éstas la famosa Baila de Ibio.
Literatura
Marcelino Menéndez Pelayo.
Entre los muchos escritores cántabros o de ascendencia cántabra de prestigio, hay que destacar a los que por su obra han alcanzado renombre nacional y aún universal en el transcurso de la historia:
Lope de Vega (1562- 1635). El Fénix de los Ingenios era madrileño de cuna, mas sus progenitores procedían de Villacarriedo.
Francisco de Quevedo (1580 - 1645). Como Calderón, madrileño de nacimiento, pero hijo de familia montañesa, de Vejoris
Pedro Calderón de la Barca. Nacido en Madrid en 1600, aunque de ascendencia montañesa, del solar de Viveda.
Jose Maria de Pereda
Concha Espina
José María de Cossío (1892 - 1977). El académico vallisoletano fue hijo predilecto de Santander y de ascendencia cántabra.
Víctor de la Serna
Manuel Pombo Angulo
Amós de Escalante
Ángel Fernández de los Ríos
El español o castellano es la lengua oficial de Cantabria. En la actualidad, el novelista Álvaro Pombo es uno de los escritores con más reconocimiento a escala nacional.
Destaca Marcelino Menéndez Pelayo, polígrafo, político y erudito español, consagrado fundamentalmente a la historia de las ideas, la crítica e historia de la literatura española e hispanoamericana y la filología hispánica en general, aunque también cultivó la poesía, la traducción y la filosofía, hermano del escritor Enrique Menéndez Pelayo.
Otro ilustre es Gerardo Diego, poeta y escritor de la Generación del 27.
El dialecto cántabro o montañés, considerada dentro del sistema lingüístico del asturleonés, no está regulado ni tiene reconocimiento oficial. Quedan restos del montañés con más fuerza en la mitad occidental y en los valles de Pas y de Soba, en la montaña oriental.
Museos:
Museo Marítimo del Cantábrico, Museo etnográfico de Cantabria, Museo de Bellas Artes de Santander, Museo Regional de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, Museo de la Naturaleza de Cantabria, Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, Museo de Artillería de la Cavada, Museo Torre Pero Niño, más.
Universidades
Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Palacio de la Magdalena. Sede de los cursos de verano de la UIMP (Santander).
Universidad de Cantabria.
Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
Universidad Nacional de Educación a Distancia.
Fundación Comillas.
Centro Universitario CESINE.
Universidad Europea del Atlántico.
Ferias y fiestas[editar]
Fiestas de Cantabria
En Cantabria se celebran multitud de fiestas patronales, ferias de origen comercial y festividades de origen pagano con mayor o menor pervivencia del folclore tradicional. Las más frecuentes celebran festejos en torno a San Juan y San Miguel.
El segundo domingo de agosto se celebra en Cabezón de la Sal el Día de Cantabria, con motivo del cual se practican multitud de actividades tradicionales como el juego de los bolos, arrastre de bueyes, mercados de artesanía y representación de danzas y música cántabras. Está además considerado de Interés Turístico Nacional.
Además, el día 28 de julio se celebra el Día de las Instituciones de Cantabria en Puente San Miguel (Reocín).
En cuanto a ferias, entendidas como grandes mercados de productos celebrados periódicamente, destaca la Feria de Ganado de Torrelavega celebrada en el Mercado Nacional de Ganado “Jesús Collado Soto” el tercero más grande de España, que aglutina la compraventa de todo tipo de ganado de la región y parte de las regiones colindantes, siendo el principal producto el vacuno. Por toda la región se celebran ferias ganaderas y de productos típicos semanal, mensual o anualmente que congregan a los vecinos de la comarca.
Fiestas de Interés Turístico Nacional
Artículo principal: Fiestas de Interés Turístico Nacional (España)
La Vijanera (primer carnaval de invierno de Europa) (primer domingo de enero) en Silió.
Carnaval marinero, 24 de febrero en Santoña.
La Folía, domingo siguiente a la Semana Santa en San Vicente de la Barquera.
Fiestas del Coso Blanco, primer viernes de julio en Castro Urdiales.
La Pasión viviente, Viernes Santo en Castro Urdiales.
Día de Cantabria, segundo domingo de agosto en Cabezón de la Sal.
Gala Floral, 20 de agosto en Torrelavega.
Batalla de flores, último viernes de agosto en Laredo.
Día de Campoo, último domingo de septiembre en Reinosa.
Guerras Cántabras, último fin de semana de agosto y primer fin de semana de septiembre en Los Corrales de Buelna.
Fiesta del Orujo, segundo fin de semana de noviembre en Potes.
Fiestas de Interés Turístico Regional[editar]
Cabalgata de Reyes, 5 de enero en Santillana del Mar.
Verbena del mantón, primer sábado de julio en Ramales de la Victoria.
La Bien Aparecida, 15 de septiembre en Hoz de Marrón, Ampuero.
San Juan, 23 de junio en Soto de la Marina (Santa Cruz de Bezana).
Virgen del Carmen, 16 de julio en Revilla de Camargo.
San Andrés, 30 de noviembre en Castro Urdiales.
Virgen de la Salud, 2 de julio en Áliva, Camaleño.
San Benito, 11 de julio en Barcenaciones, Reocín.
San Pantaleón, 27 de julio en Escobedo, Camargo.
San Carlos, cada 5 años en Bejes, Cillorigo de Liébana. Última edición en 2005.
Virgen de Valvanuz, 15 de agosto en Selaya.
La Virgen Grande, en Torrelavega.
Pasión Viviente, Viernes Santo en Castro Urdiales.
Descenso del Deva, último domingo de agosto en Unquera, Val de San Vicente.
La Virgen Niña, 8, 9 y 10 de septiembre, en Ampuero. En la que se celebran los encierros, considerados los más importantes de España tras los Sanfermines de Pamplona.
Exaltación de la Cruz, 14 de Septiembre en Potes.
San Cipriano, 16 de Septiembre en Cohicillos.
Fiesta del Orujo en Potes
El Último Desembarco, últimos de septiembre en Laredo.
La Virgen de Valencia, 8 de septiembre en Vioño de Pielagos
La Perola, 20 de enero en Vargas, Puente Viesgo.
Día Infantil de Cantabria, primer domingo de junio en Santander.
Feria Taurina Santiago, julio en Santander.
Baños de Ola, mediados de julio en Santander.
Feria de la Hoyala Luz, último domingo de julio en Villaverde de Trucios.
La Gata Negra, 16 de agosto en Carasa.
La Semanuca, última semana de agosto en Santander.
Virgen de la Luz, 8 de septiembre en Aniezo.
Fiesta del Cocido, primer domingo de septiembre en Ucieda.
Desde antiguo las formaciones geológicas inusuales han incitado la imaginación humana. La tradición oral señala que los Cantos de la Borrica, bloques errantes existentes en el puerto de Sejos, fueron arrojados ahí por el Ojáncanu, un ser maligno de la mitología cántabra.
Mitología de Cantabria
El norte de España es una zona rica en mitología. En toda la Cornisa Cantábrica, desde Galicia hasta el País Vasco, pasando por Asturias y Cantabria, existen ritos, historias y seres imaginarios e imposibles (o no).
En el caso de la mitología de Cantabria ésta hace de los bosques y montañas cántabros; lugares mágicos en donde los mitos, creencias y leyendas han estado presentes como parte esencial de la cultura cántabra, bien porque se han mantenido en el acervo popular mediante la tradición oral trasmitida de padre a hijos, bien porque se han recuperado a través de estudiosos (Manuel Llano Merino y otros) que se han preocupado por mantener viva esta herencia cultural.
En su mitología y supersticiones, como en las de toda Europa, podrían subsistir elementos de religiones y creencias precristianas (romanas o prerromanas) que habrían sido más o menos cristianizadas. Cabe destacar, al igual que en otros pueblos, la presencia de seres buenos como el Esteru o fabulosos de proporciones gigantes y facciones ciclópeas (los ojáncanus y las ojáncanas), animales fantásticos (el culebre, los Caballucos del Diablu, los ramidrejus, etc.), seres feéricos (las anjanas, las Ijanas del Valle de Aras), duendes (Nuberus, Trentis, Ventolines, Trasgus, Trastolillus), personajes antropomórficos (la Sirenuca, el Hombre pez, la Osa de Andara), etc.
Gastronomía
Gastronomía de Cantabria
Platos típicos: cocido montañés (a base de alubia y berza), cocido lebaniego (de garbanzos), marmita, sorropotún y olla ferroviaria, como platos fuertes. Son además habituales las empanadas, los panes preñaos y los pinchos.
La reputación ganadera de la región y sus favorables condiciones climatológicas y orográficas para la cría de bóvidos hizo que la Unión Europea aprobase la denominación «carne de Cantabria» como indicación geográfica protegida para las carnes de vacuno de determinadas razas autóctonas (Tudanca, Monchina y Asturiana de los valles y Asturiana de la montaña) y otras ya adaptadas al medio (Limusina) o integradas por absorción (Parda alpina). Es típico el compango y el chorizo de Potes.
Pescados y mariscos: anchoas de Santoña, Colindres, Laredo y Castro-Urdiales, rape, merluza, lubina o lenguado, chicharro, sardina, boquerón, bonito del norte, dorada, besugo, cabracho, salmonete además de los peces de río como trucha y salmón. Rabas (calamares a la romana) y cachón en su tinta (sepia). En cuanto a marisco se pueden destacar: almejas, mejillones, muergos (navajas), berberechos, pastel de cabracho, nécoras, centollos, percebes, cigalas, langostas, caracolillos y bogavantes.
Postres: quesadas y sobaos pasiegos; canónigos, cojones del anticristo y frisuelos (similares a las crépes) en la comarca lebaniega; corbatas de Unquera y polkas en Torrelavega (ambos consisten básicamente en hojaldre), sacristanes en Liérganes, Picatostes en Limpias, miel de Campoo-Los Valles (especialmente de Mazandrero), palucos de Cabezón de la Sal y pantortillas de Reinosa, donde también son típicas las rosquillas; al igual que en Santillana del Mar.
Quesos: queso picón de Bejes-Tresviso, quesucos de Liébana, queso de nata, etc. (muchos de ellos con denominación de origen).
Bebidas: sidra de manzana, orujo de Liébana (con sus variedades crema de orujo, orujo con miel, orujo de hierbas, etc.), chacolí y tostadillo de Potes. Hay dos denominaciones vinos de la tierra: Costa de Cantabria y Liébana
Deportes
El deporte tradicional por antonomasia en Cantabria es el juego de los bolos en sus cuatro modalidades: bolo palma, pasabolo tablón, pasabolo losa y bolo pasiego. El primero es el más extendido, rebasando el propio ámbito regional a la zona oriental de Asturias, y siendo el que mayor complejidad presenta a la hora de jugar. La existencia de boleras o corros destinados al juego de los bolos es importante en todos los núcleos de población de Cantabria, localizándose generalmente próximos a la iglesia o bar del pueblo.
Desde finales de los años ochenta, los bolos viven una época de consolidación con la potenciación de las escuelas de bolos, impulsadas por los diferentes ayuntamientos e instituciones cántabras; las competiciones de Liga, Copa y Circuitos Regionales o Nacionales o su expansión mediática motivado por el interés social.
El salto pasiego es otro de los deportes rurales destacados de la región y un claro ejemplo de como el uso de una habilidad o técnica de trabajo va desapareciendo con el paso del tiempo, dando lugar a la competición y al juego. Similar en concepción a otro tipo de modalidades como el salto del pastor canario, en un principio esta técnica se utilizaba en los valles pasiegos para salvar las paredes de piedra que limitaban los prados, los bardales, arroyos, barrancos, etc. que obstaculizaban el paso en la abrupta topografía de las zonas altas de Cantabria.
Sin lugar a dudas una de las Comunidades Autónomas más bonitas de España.
ResponderEliminarMerece la pena ir a descubrirla.....